Purgatorio
Candelaria no pudo hacer nada más que quedarse en silencio ante las duras palabras, aceptó su condena en silencio, mientras todo en este lugar se desvanecía y de nuevo solo quedaba negrura frente a ella, para luego despertar al lado del río donde justo se había lanzado, ella sin saber que hacer se dirigió hacia el pueblo, y pudo ver que ya había sido deshabitado lo único que encontró fueron casas abandonadas y destruidas como si hubiese pasado bastante tiempo desde que alguien entró en este antiguo lugar.
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Lo único que podía hacer en este punto era abandonar el pueblo y vagar en busca de un pueblo o una ciudad, ella caminó hasta el atardecer momento donde empezó a sentir un dolor ardiente por todo su ser, un dolor que no podía ser calmado y justo en ese momento unas llamas intensas envolvieron su cuerpo incendiando sin control todo a su alrededor, su piel se tornó de un color más rojizo y su cabello se fundió con esas llamas, y a medida que todos estos cambios se hicieron evidentes, ella recordó lo que la voz le dijo, que su única forma de redimirse era marcar a los pecadores que aún podían ser redimidos como una forma de que nunca olviden su encuentro ni su advertencia, para esto ella los marcaría con una quemadura en sus cuerpos, así ella empezó su búsqueda hasta el amanecer enfocándose en lugares desolados y solitarios por vergüenza de exponer su condena y miedo de exponer su naturaleza así siguió durante años, vagando por cada rincón de Colombia buscando pecadores.
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Durante doscientos años cada noche sin descanso salía a buscar pecadores al principio solo vagaba sin rumbo en lugares solitarios atacando y marcando a aquel se encontrase, pero con el pasar del tiempo su técnica y sus llamas fueron cambiando, se enfocaba cada vez más en lugares poblados donde podía encontrar pecadores con facilidad, ella ocultaba sus llamas y atraía a estos pecadores a lugares solitarios donde procedía a marcarlos esto era gracias a que con el tiempo sus llamas se hicieron menos intensas, ya no quemaban brutalmente todo lo que estaba cerca de ella, por su mayor dominio sobre esta maldición.
Lago Tomo
Ella con los años también continúo desarrollando sus dotes en la sastrería y terminó trabajando como una diseñadora de modas reconocida mientras se asentaba en llano grande sin olvidar que debe expiar su condena para por fin tener el descanso eterno.
Así es como Candelaria vivía de día humana y de noche espectro a la espera de que sus pecados fueran perdonados y así obtener lo que tanto anhela, poder ver a sus hijos en la otra vida.
